Y después nos pusimos manos a la obra, llenando las jardineras de tierra...
¡Cómo nos gusta el contacto con la tierra, y sobre todo "enguarrarnos" y ponernos perdidos! jajaja
El siguiente paso era sacar los PIMIENTOS del semillero, con mucho cuidado, cogiéndolos fuerte por el tallo y tirando hacia arriba...
Y...agujerito en la tierra y ¡adentro! A plantarlo.
Otra cosa que nos surgió al terminar la plantación fue saber cuántas plantas sobraron, así que, volvimos a coger las regletas y Darío nos dió el resultado. Nos sobraron en un semillero 4 y en el otro 5, así que eran 9 en total. ¡GENIAL!
¿Y ahora qué? Los pimientos van a crecer solos simplemente con la tierra? NOOOOOO. También necesitan AGUA y la LUZ del sol...Así que el siguiente paso fue regarlos.
Y también hicimos un experimento, del que veremos resultados en los próximos días:
- Metimos en el armario una planta de pimiento en su maceta sin a penas tierra y sin regar.
- Metimos también una planta de pimiento en su maceta, con abundante tierra y la regamos.
¿Qué pasará con cada una? ¿Podrán sobrevivir sin agua y sin luz? Próximamente lo veremos....
¡VIVAN LOS PIMIENTOS DE FRESNO DE LA VEGA!
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